Blog

libertad oración perdón sanidad vida cristiana

Suelta, abraza y perdona

3 pasos significativos en la vida de una persona. Porque la tendencia es al revés: retener, rechazar y vengarse. Suena fuerte, pero lamentable es una realidad.

Por eso a través de este escrito quiero animarte hacer lo correcto.

Cuando pensamos en estas tres palabras, puede que llegue a tu mente una situación vivida con un ser querido, amigo o familiar cercano. Tal vez revives el momento, aquella discusión difícil o el rostro de una persona que ya no deseas ver más.

Vemos el tiempo y pensamos que “tenemos todo el tiempo del mundo”, pero ¿realmente lo tenemos? El tiempo es un reloj que está avanzando muy rápido en estos días. Seguimos teniendo las mismas 24 horas de hace diez años, con la diferencia que hoy en día no te alcanzan las mismas horas para hacer todo lo que deseamos hacer. Es como si literal el tiempo se haya cortado o reducido a menos.

Lo cierto es que no disponemos del tiempo todo cuanto quisiéramos, por lo que tenemos que hacer un mejor uso del mismo. Y tampoco debemos desaprovechar el tiempo que tenemos con los que amamos y están cercanos. Nunca sabemos cuándo será ese último tiempo para ti o para la otra parte. Tengamos conciencia de eso.

Soltar es dejar atrás cosas que nos lastiman, cosas del pasado que no debes de invitar a tu presente, es mirar adelante a un futuro mejor. Este soltar del que te hablo es quitar un peso de tu vida que no te deja avanzar. Es como querer llegar a una meta, pero alguien hala de ti en el sentido contrario. ¿Entiendes?

Tienes que llegar a ese “soltar” en tu vida para poder abrazar esas cosas nuevas, nuevas oportunidades para ti y también a que tú des nuevas oportunidades a quienes te han dolido en un momento dado de tu vida.

¿Quién viene a tu mente o a tu corazón? ¿Viene un rostro de alguien que has dicho que jamás perdonarías?

Primero te animo a dejar atrás la idea que el tiempo está en tus manos, porque no lo está. No sabemos el día ni la hora.

Segundo, te invito a abrazar aquellos que te han dolido en esta jornada de vida. Si algo tienes seguro sobre esta tierra es que todos te harán doler en algún momento dado, todos. ¿Por qué preguntas?

Porque todos no estarán de acuerdo contigo en cómo es que conduces tu vida, tal vez tus padres no aprueban tus estudios o profesión, o tal vez a tu pareja prefiere que dejes ese trabajo que tanto disfrutas. Así que la realidad es que todos te decepcionaran en un momento dado de tu vida.

Es por eso que cada palabra está puesta en el perfecto orden.
Debes de soltar aquello que llevas cargando por tanto tiempo para poder abrazar lo nuevo que Dios desea entregarte y por ende debes también perdonar a quienes te han herido y lastimado.

Yo no estoy diciendo que es fácil perdonar porque cada caso es único y no se siente bien la traición, pero es libertador cuando sueltas y perdonas a alguien.

Hay dos tipos de perdón: el perdón que sientes y el perdón por obediencia a Dios, porque Él nos llama a perdonar, no una vez, sino 70 veces 7.

El perdonar es una decisión como lo es el amar a alguien. Ambas cosas son por una decisión que cada persona toma. Usted decide amar y usted decide perdonar.

Perdona porque perdonar primordialmente es un acto de obediencia a Dios. Si no le animo a leer Colosenses 3:13 y luego me dice.

Decida perdonar hoy porque trae beneficio a su vida:

  • Se quita un peso de encima
  • Nos permite una convivencia saludable con los demás
  • Mejoramiento en tu salud mental, física y espiritual

Perdonar te hace más sensible al dolor de otros. Si te quieres convertir en algo importante, conviértete en un perdonador. Libérate de toda ansiedad, soltando todo lo que te asedia, abraza dando nuevas oportunidades y ten relaciones sanas.

“El que perdona la ofensa cultiva el amor.” Proverbios 17:9a

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Related Posts