Los enemigos de la fe son aquellas cosas que te alejan o se oponen a que creas por algo. No sé cuántos proyectos tengas por delante o pendientes y cuando deseas verlos completados, pero te pregunto ¿qué te está deteniendo?

Y es que verdaderamente hay unos enemigos que si no los identificas empañarán tu visión para creer por algo más alto de lo que tienes en este día.  ¿Lo puedes creer conmigo?

Cuando tú crees por algo es como un súper poder que te mantiene expectante y vigilante.  También es cierto que, por otro lado, hay situaciones en la atmósfera y a nuestro alrededor, como si supieran que algo viene de camino para ti y desean interponerse para que no lo recibas. ¿Te ha pasado? A mí en un sin número de ocasiones.

Ante esta fe y ante lo que estás creyendo, identifiquemos estos enemigos para sacarlos de una vez y por todas de nuestro camino. Removamos juntos estos obstáculos del camino.

Entendamos que un enemigo es nada más y nada menos que un adversario, es algo o alguien que desea venir con algo contrario. También es algo que procura dañar…  ¡wow! ¡Qué fuerte!

Usted debe haber tenido la experiencia en algún momento de la vida donde usted dice algo que es real, (no estoy ni hablando de que en fe usted está creyendo por algo) y sale una persona a querer decir lo contrario. ¿Le ha pasado eso? Es una situación muy desagradable. Tal vez es su historia o un testimonio real de alguna vivencia, así que ¡cómo van a decir que no es cierto! ¿Acaso ponen en duda su palabra? Puede ser, todas son posibles, pero no por eso quiere decir que esas personas son sus enemigos, más con seguridad están queriendo empañar una grandeza vivida o quebrar su fe.

No se deje, no permita que alguien quiera y se empeñe en hacer que merme su fe sobre de algo, mayor aún si Dios ha dicho que así será.

¿Cuáles son estos enemigos?

Un enemigo llamado LA DUDA.

¿Te ha visitado este? Este enemigo es muy fuerte porque va contrario a tus convicciones, te mantiene como en el “limbo” donde no crees por una u otra cosa.  Afecta tus decisiones, lo que haces y es uno de los mayores retos que enfrentamos todos. Porque a veces dudamos hasta de nuestras propias dudas. Combate la duda creyendo que puedes lograrlo, que puedes alcanzar aquello que te has propuesto. Mira y piensa en la manera que lo has logrado antes, ¡ánimo!

Un enemigo llamado NO PUEDO

Este enemigo entra muy sutil a nuestras mentes, bloqueando nuestras capacidades.  Ante este enemigo debemos de pararnos fuertes para bloquear la negatividad en nuestra mente y sistema de creencias. Esta negatividad de la duda nos drena, despojándonos de toda fuerza para seguir adelante. Es como una bola de nieve que puede convertirse muy grande. Algo que te ayudará a combatir la duda es identificando lo que desencadena ese tipo de pensamiento negativo. Tal vez sean conversaciones bajo el tema, tal vez es que alguien más lo logro y tú aún no lo has alcanzado. No sé qué pueda ser en tu caso, pero trata de identificarlo y rodéate de personas positivas que te animen a seguir. ¡Tú puedes!

Un enemigo llamado MIEDO

Este sí que es un super enemigo de la fe, es un asesino de la fe. El miedo te refrena, te congela, te paraliza. El miedo llega por diferentes razones, sea porque creciste escuchando que nunca lograrías algo en la vida, o tal vez te equivocaste en algo y no deseas volver a intentar porque estás más seguro de que repetirás la historia en vez de que esta vez lo harás mejor. También sentimos miedo ante lo desconocido. El miedo es algo que se refleja hasta en nuestro cuerpo y rostro. El miedo puede ser una emoción adquirida o el reflejo de un conflicto. Cualquier sea el caso, el miedo dejará de ser miedo cuando usted lo confronte. Suena ilógico, pero así es, enfréntelo gradualmente hasta vencerlo. Para combatir el miedo trata de relajarte, pedir ayuda si lo necesitas, entiende que no es tu culpa, sentir miedo, sino que es una mecánica de nuestro cerebro y no podemos controlarla directamente. La mejor forma de combatir el miedo es meditando en la Palabra de Dios. No estás solo, hay Alguien que te ayuda. Eres más que vencedor.

“Yo soy el Señor, tu Dios, que te sostiene por la mano derecha y te dice: No tengas miedo, que Yo te ayudo”. Isaías 41:13 (RVC)